-Quiero estudiar para escribir las etiquetas de vino -enunció entre la pregunta y la afirmación, decidido, cabalgando entre la vocación literaria y las ambiciones publicitarias.
-Tenemos cursos de sommelier, de turismo enológico, de protocolo y ceremonial, de marketing del vino, de cata profesional, de elaboración artesanal de vinos, de bartender, de software de gestión para bodegas y viñedos, de pastelero profesional, de camarero, de cata de whisky (ése es nuevo), de elaboración artesanal de cerveza -listó la recepcionista.
-Pero yo quiero estudiar para escribir las etiquetas de vino -insistió.
-Eso no se estudia -sentenció la recepcionista.
eso! eso es de lo que hablaba en lo de Enano Vicente! El arte escrito del texto dulzón floral noble madera aspero como papel de lija de las etiquetas. Dadme una tarjeta para escribir y moveré un pack de 6! ;)
ResponderEliminarBienvenida, como veo que le interesa mucho el tema, le voy a contar algo, un secreto entre nos. Parece que el muchacho de este post después de sufrir experiencias parecidas en los ciento veintiocho instituto asociados al vino radicados en Buenos Aires y sus alrededores se indignó, entró en una depresión muy profunda, se puso como loco, como loco enfermo. Parece que, después de ese hondo pozo depresivo, pasó a las armas (figurativamente, y no lo tome como una sugerencia): Empezó a escribir sus propias contraetiquetas, cinco, diez, veinte, cincuenta versiones, se fue a la imprenta más cercana, hizo versiones autoadhesivas, y salió a escabullirse por las góndolas a imprimir su sello en sus botellas más queridas. Dicen que ahora está refugiado en la Triple Frontera.
ResponderEliminarSerá aquel que encontraron trepado a cartel rutero pegando ´stickers´y amenazando con pegarse a si mismo en el centro del mismo?
ResponderEliminarSerá ??
Me gusta eso de no tutear
Me parece que no, que no es, a éste nunca lo encontraron. Pero me gustaría saber más del caso que Ud. cuenta. ¿Podrá explayarse un poquito más?
ResponderEliminarMe ha dejado perpleja de toda perplejidad por lo que tuve que ahondar en la red cibernética (gogellll). Resulta que luego de que fuera descubierto encaramado al cartel, vinieron unos señores de blanco y se lo llevaron. Lo sentaron tras un blackberrí y lo nombraron gerente de marketínn. Un éxito el tipo, un capo. A escondidas toma leche, no lo sabe nadie, solo gogellll.
ResponderEliminarTremendo pero real. No puedo dejar de recordar el promisorio comienzo de aquel relato: "Sentí el crujido de las ramas, me di vuelta y descubrí a esos señores de blanco, eché a correr, sin mirar atrás..."
ResponderEliminarA la pucha, como sabe gogellll!
ResponderEliminarSeñor Bustos, al personaje de aquel relato le podría haber venido bien ser sordo o salir por zonas menos boscosas.
ResponderEliminarSeñora/rita Teresita, gogelll nos mira desde el cielo y siempre es una buena excusa para inventar...
Estimada Crisobi, creo que ser sordo le hubiese dado una vida más tranquila pero también más corta. Con lo de las "zonas menos boscosas" concuerdo plenamente. Gracias por venir y seguir viniendo.
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