miércoles, 29 de junio de 2011

La sabiduría de los mayores

-Sí, a los sordos.
Entonces semisonrisas de viejo y mal chiste.
-Le agarró un ataque de humor adolescente.
-Como a Carlitos.
-Le agarran ataques de humor adolescente todas las tardes de verano… a eso de las cuatro… hay quien dice que es nomás insolación.
-Como a Carlitos que entre la tercera y la cuarta copa lo posee el alma pérdida de una setentona de Burzaco.
Don Nicanor apartó la mirada de lo que estaba haciendo y miró con gesto ofuscado. Los ojos entrecerrados, el ceño fruncido. Reinó el silencio.
-La setentona es de Berazategui. Berazategui no es Burzaco –sentenció.

lunes, 27 de junio de 2011

La escupida de la cata

Siempre costaba convencerlo al viejo de tomarse una vacaciones, no sé si por espíritu sedentario o por vocación de austeridad. Pero esa vez la fórmula "Mendoza más un par de bodegas" paso fácil.
Lo que siempre cuenta de ese viaje (y que yo más valoro, porque secretamente lo comparto) es la imposibilidad de, luego de la cata, escupir el vino. Y sí, es una pena. Tome y siga.

viernes, 24 de junio de 2011

La no nostalgia del club

Mientras veían Luna de Avellaneda, más precisamente cinco minutos después de haber comenzado, Alfredo, que siempre tuvo sus reservas sobre el cine de Campanella, comentó:
- En el barrio nadie tiene nostalgia del club. Quizás porque agonizó demasiados años como escenario de juegos de naipes, pronósticos de quiniela y (sólo) bebidas blancas.

miércoles, 22 de junio de 2011

Laissez-faire

Emiliano Spasaldúa, hombre de clase alta (venida a menos), aferrado en sus costumbres a dicha clase (que lo había dejado ir), de rancia estirpe antiperonista, acaparaba en su hogar con exclusividad todas las funciones referentes al vino: su compra, su guarda, su ingesta.
De todos modos, tierno al fin, como inventaba excusas para colaborar en el mantenimiento del hogar (que una cierta obsesión por el orden, que una prueba de no sé qué producto para un amigo que trabajaba en una multinacional de limpieza, que el supuesto daltonismo de su esposa), también inventaba brindis para compartir con su mujer, la más liberal en cuanto a su estricta vocación de laissez-faire, laissez-passer.
Cabe mencionar que Emiliano cargaba con el karma, inconfesado, de no haber visto el gol de Maradona a los ingleses (justo hirvió la pava).

lunes, 20 de junio de 2011

Juanca para las damas

Jodido con la nostalgia en general, Alfredo era filoso con los ejemplos. Se indignaba contando que cuando ya tenía listo el relato biográfico “De galán adolescente a pelado nostálgico”, el propio Juan Carlos arruinó cualquier posibilidad de publicación al regodearse públicamente con su muletilla “'Juanca' para las damas” (Mi nombre es Juan Carlos, "Juanca" para las damas). Expresión, según Alfredo, involuntariamente insuperable en términos poéticos y literarios.
(Alfredo diría alguna vez en tono confidente que con la madurez de los años había pasado del odio callado a la comprensión indiferente, pero aún con la más buena e ingenua de las voluntades nos cuesta creerle.)
Paralelamente, unas mesas más lejos (se ve que los temas sobrevuelan por el aire), con ambiciones más sociológicas, Carlitos se “infulaba”:
- Se ve que de algo tenemos que tener nostalgia. Como tener nostalgia de los ‘70 tiene mala prensa y de los ‘90 es políticamente incorrecto, elegimos tener nostalgia de los ‘80 con sus modas horribles, sus peinados, sus camperas de corderito… y esa bebida uniforme, que cae mal… que supuestamente se disfruta a una temperatura a la que no se aprecia… que desplazó al vino de la mesa familiar. Si me fuerzan a elegir, prefiero –el siempre tan correcto- tener nostalgia internacional de los ‘60.

miércoles, 15 de junio de 2011

Brevísima historia moral de don Nicanor

Don Nicanor, que como ya sabemos por otras historias gustaba diferenciarse sutilmente de la gente de su edad, solía conducir las conversaciones en colas de bancos y supermercados a su conveniencia para rematarlas con una de sus frases hoy más recordadas:
-Ya no hay moral... hay moralina.
Uno de sus recursos más fáciles en esa sigilosa conducción, aunque parezca extraño, era la sola mención del silencioso crecimiento en la industria vitivinícola de los corchos de plástico.

lunes, 13 de junio de 2011

El gaucho ladeado

El Moncho Zapata no tenía en la vida muchas oportunidades de ser aplaudido. Así que se decidió, aprestó su mejor y único caballo con sus mejores y pocas galas y se dirigió al desfile tradicionalista (a caballo).
La Organización apostó primero por la Burocracia, alegando que la inscripción previa, que para desfilar había que pertenecer a alguna Asociación. Pero el Moncho era viejo y podía nombrar innumerables ejemplos de “desfiladores” individuales que se habían anotado sobre el pucho.
Así que la Organización tuvo que hacer su última apuesta y fue por el cansancio: 50 Asociaciones, promedio de 20 caballos y 15 jinetes por cada una, dos horas de desfile, lo puso al final.
No sabía que además de la caramañola de litro de agua, el Moncho, como en sus mejores épocas, cargaba con la bota de litro y medio de tinto para amainar la espera en la mañana de 30 grados a la sombra.
El Monchó aguantó.
Cerró el desfile a caballo el gaucho ladeado.

viernes, 10 de junio de 2011

Sinónimos opuestos

Carlitos jugaba con su padre el juego de los sinónimos opuestos que en el fondo (allá en el fondo) albergaba una enseñanza moral y estética:
-Perserverante –propone el padre.
-¡Terco!… -responde el hijo y piensa antes de seguir- Serio.
-¡Amargo!… Apasionado.
-¡Calentón!… Tranquilo.
-¡Quedado!… Impulsivo.
-¡Atolondrado!… Reflexivo.
-¡Lerdo!… Sobrio.
-¡Formal!...Alegre.
-¡¡Borracho!!...

lunes, 6 de junio de 2011

¡Blendealo!

-Es curioso, una botella de Cabernet La Hojarasca, una botella de Malbec La Hojarasca, y a mí el que más me gusta es el Cabernet Malbec.
-¡Blendealo! -cortó, seco, don Hermenegildo, que hacía un uso libre tanto del inglés como del francés, seguramente para diferenciarse de su esposa que hacía un uso groseramente fiel de ambos idiomas extranjeros.
Caras de interrogación poblaron la mesa.
-Mezclalos, chango -el apelativo local, inusual en don Hermenegildo, plantó posiciones en el comedor de la antigua casa familiar.
El tipo se quedó pensando, ensayando mentalmente explicaciones sobre el proceso en la vid, en la fermentación, en la botella, sin encontrar ninguna razonable.
-60% Cabernet, 40% Malbec, 10 remolinos de cuchara de té y silencio, mucho silencio.

viernes, 3 de junio de 2011

La correcta posición de las botellas

La posición de las botellas era asunto de extensas y repetidas discusiones entre Don Nicanor y Don Hermenegildo.
Que si parada, que si acostada. Que si el contacto o no con el corcho. Que la calidad de los corchos. Que el ángulo de la luz. Que el efecto estético de guarda o abandono. Que la mar en coche.
No estoy seguro si Don Nicanor prefería parada o acostada (creo que acostada por una remembranza, como un eco, de "precisos 30 grados").
Sí recuerdo con certeza que a Don Hermenegildo le daba exactamente lo mismo.

miércoles, 1 de junio de 2011

La setentona de Berazategui

-Con esta calor no se puede estar, siento como que se me van a reventar los juanetes.
El primo de Diego miró con cara de extrañado.
-Carlitos dice -aclaró Diego- que las noches de luna llena entre la tercera y la cuarta copa es poseído por el alma errante de una setentona de Berazategui.
-Lo bueno -dice Carlitos, luego de la cuarta copa y ya recuperado del trance- es que en general suele tener comentarios mucho más atinados que yo.
-Tuvo una muerte jodida, un tiroteo con la policía, por un asunto de drogas, parece que la agarraron con los anteojos de leer y la vieja no podía hacer foco.