martes, 8 de febrero de 2011

La historia del maridaje

A Alfredo, que le gustaba hablar de teorías conspirativas, nadie sabe si por tomárselas demasiado en serio o demasiado en joda, se le ocurrió fabular una noche que (intento ser textual en el recuerdo) toda esa cosa del maridaje era un invento que un marketinero había pensado un día al escuchar una prohibición sobre sandías y vinos.
A Juan Carlos le gustaba reiterar esa anécdota de fiesta en fiesta, tanto que Alfredo hubo de pasar de la cara de circunstancia al arrepentimiento y del arrepentimiento a transitar por nuevas amistades.
No se inventan teorías conspirativas impunemente. Como decía Alfredo, entre tantos otros, el peor riesgo de todo paranoico es estar en lo cierto.

2 comentarios:

  1. ¡Alfredo dice la verdad! ¡Al fin este secreto a voces ha sido develado!

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  2. Anónimo, atento al ejemplo de Alfredo, no alceís tanto la voz, conservad el anonimato.

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