lunes, 11 de abril de 2011

El creativo de La Hojarasca

Tenía un pasado curioso: estudiante de Letras, hippie por Latinoamérica, estudiante de Enfermería y artista y vendedor en transporte público, enfermero en hospital público, artesano con éxito on-line, vendedor en local de quiniela y creativo publicitario part-time.
Lo cierto es que le dio a la marca un estilo distintivo.
Valgan como ejemplo: "La Hojarasca. Donde el viento nos amontona", "Producto frágil: susceptible al viento de otoño", "Vinos La Hojarasca: Hijos del Viento, del romance efímero y violento entre el Viento Suspicaz y la Arboleda Ensimismada".
Ni hablar de las etiquetas.

Decía que el arte del creativo publicitario era muy parecido al del bloguero/twittero: El impacto, la brevedad, la sonrisa leve, la pretensión de masividad. Eso sí, egoísmo por un lado, egocentrismo por otro.

4 comentarios:

  1. Me gustó el romance entre el viento y la arboleda. ¿Las mayúsculas eran necesarias para los slogans?

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  2. No sé si eran necesarias. Parece que en los slogans tenían una enunciación altisonante con ganas de nominar.

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  3. 'Hijos del Viento' hasta podría ser el título de una novela de ciencia ficción/fantasía de esas que me gustan tanto. Me lo voy a apuntar por si algún día me da por escribir una :D

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  4. Qué bueno que le haya inspirado la idea de una novela, me alegro, me gusta que cachitos del texto sigan con su propia vida en otras manos.

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