lunes, 8 de agosto de 2011

Herencias

Llevaban tantos años de novios que parecía que no iba a pasar. Ella, a pesar de los años y del hijo juntos, seguía usando su apellido de soltera. Pero un día se anunció el enlace Gómez-Barrenechea.
Wilmer, que hacía ya un tiempo era compañero de trabajo de Gómez y que había sido invitado de honor en la fiesta, tuvo unas palabras muy emotivas a la hora del brindis. Dijo que (como ya sabemos) el hijo cirujano (estético) había heredado el estilo del padre pero el deseo de intervenir en esa realidad… lo había heredado de la madre.

Ud. objetará que se ha dicho que Gómez e hijo eran objeto recurrente de la maledicencia popular y que la gorda Barrenechea era parte de dicha maledicencia. Bueno sepa Ud. que en la maledicencia popular se puede ser parte sin ser juez pero no se puede ser juez sin ser parte.

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