lunes, 25 de julio de 2011

La batalla de las Termópilas

-La batalla de las Termópilas fue en Uruguay porque los uruguayos andan todo el día con un termo bajo el brazo.
-¿Y las pilas?
-Para sacar fotos… También puede ser que sean unas pilas que se cargan con el calor del termo.
El método de inferencia libre desde el nombre daba pie a interpretaciones prolíficas y tenía una Lógica implacable… siendo que Carlitos era un niño de ocho años.
Su padre lo azuzaba y lo corregía en la búsqueda del perfeccionamiento del arte:
- El primer y gran inconveniente es que los uruguayos son conocidos por ser un pueblo muy pacífico (y se sabe: neutralidad militar y secretario bancario se cuecen juntos). Los tipos violentos en la historia uruguaya que conocemos son contados… treinta y tres. Creo que acá habría que entrarle por la genealogía del nombre, por su origen griego, convertir treinta y tres en trescientos y así.

En aquel tiempo, el método nos dio muy sonoras alegrías con: “Colgate”, “El palacio de la papa frita”, “La vuelta de Obligado”, “El paseo de la Infanta”, “El happening para un jabalí difunto”, “Don Segundo Sombra”, "Venado Tuerto".

Veinte años después, la repetición (inconciente) del mismo método tenía pasos de comedia:
-“Sol de invierno”… es raro el nuevo nombre... quizá lo eligieron por eso… lo raro se recuerda más. Durante el invierno el sol, se encuentra en su versión más débil, más apagada, menos frecuente.
-Y más cálida –corregía su padre-.

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