lunes, 27 de junio de 2011

La escupida de la cata

Siempre costaba convencerlo al viejo de tomarse una vacaciones, no sé si por espíritu sedentario o por vocación de austeridad. Pero esa vez la fórmula "Mendoza más un par de bodegas" paso fácil.
Lo que siempre cuenta de ese viaje (y que yo más valoro, porque secretamente lo comparto) es la imposibilidad de, luego de la cata, escupir el vino. Y sí, es una pena. Tome y siga.

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