La posición de las botellas era asunto de extensas y repetidas discusiones entre Don Nicanor y Don Hermenegildo.
Que si parada, que si acostada. Que si el contacto o no con el corcho. Que la calidad de los corchos. Que el ángulo de la luz. Que el efecto estético de guarda o abandono. Que la mar en coche.
No estoy seguro si Don Nicanor prefería parada o acostada (creo que acostada por una remembranza, como un eco, de "precisos 30 grados").
Sí recuerdo con certeza que a Don Hermenegildo le daba exactamente lo mismo.
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