miércoles, 18 de mayo de 2011

Gestión por hilos

La llegada del nuevo dueño y su énfasis en lo provisorio como identidad de marca, sobre todo después de los cartelitos “Sala de Creatividad Estratégica” en el toilette y “Sala de Acción Política” en el comedor, confundieron a algunos que vislumbraron la llegada de la posmodernidad a la organización: descentralización, horarios flexibles, empowerment, intuición, horizontalidad, desorden creativo.
Nada más alejado de la realidad, el nuevo dueño estaba en el reflujo (permítase la metáfora marina) de la modernidad.
De la mano de su consultor de cabecera era partidario de la gestión por hilos. Repetía que las organizaciones supuestamente posmodernas caen bajo la máxima “el hilo se corta por lo más delgado”.
Al trabajar horizontalmente por equipos sin redundancia en los procesos (por una cuestión de productividad) se vuelven muy vulnerables: si falla un equipo fallan todos. Así generan culturas que oscilan salvajemente entre la dispersión (touch and go) o el stress y el suicido.
Asumida la horizontalidad pero agregada la importancia de los lazos humanos y la negociación transparente de intereses entre el individuo, el equipo y la organización, para esta gente el gerente era un tejedor y anudador de relaciones que debía explicitar las relaciones, roles y funciones dentro de la empresa y evitar que se ejerciera mucha presión sobre los hilos débiles generando anillos de contención.
La teoría era más o menos sofisticada, la práctica con eso de “Sala de Creatividad Estratégica” se había ido un poco al carajo.

2 comentarios:

  1. ¿Y no habrá escrito un libro de management con ése modelo tan interesante?

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  2. Es probable. ¿Sería lógico? ¿No? Voy a recorrer un par de librerías a ver si lo encuentro.

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